Arranqué con hongos entre los dedos y un olor horrible. Probé cremas de farmacia, remedios caseros y nada duraba. Con FungiStop fue distinto: a los pocos días bajó la picazón y en semanas los hongos desaparecieron por completo. Hoy puedo andar descalzo en casa sin vergüenza. Lo uso todos los días y no volvió más.
Trabajo muchas horas con zapatillas cerradas y llegaba a la noche con ardor y molestia en los pies. Pensé que era normal hasta que empecé a notar cambios en la piel y las uñas. FungiStop me devolvió la comodidad. Se siente alivio real y los hongos se eliminan, no se disimulan. Hoy mis pies están sanos y normales otra vez.
Lo peor de los hongos no era el dolor, era la vergüenza. En verano evitaba mostrar los pies y siempre estaba pendiente del olor. Con FungiStop el cambio fue progresivo pero firme: primero alivio, después la piel empezó a verse sana y finalmente los hongos se fueron por completo. Ahora uso ojotas tranquila y sin pensar en eso.
